


HÉRCULES
Nadie podía imaginar que aquel equipo que se estrellaba en su estreno en Elda en la primera jornada de Liga fuera capaz de sobreponerse para comandar el Grupo III de Segunda División B apenas un mes después. El fútbol tiene giros agradables y a la afición del Hércules ya le tocaba experimentar uno de estos. El triunfo de ayer en el césped artificial de Hospitalet eleva la racha blanquiazul a cuatro victorias en los últimos cinco partidos, progresión que le ha permitido escalar antes de lo previsto al liderato de la categoría.
El Hércules se desangraba por el perfil diestro. Se perdían puntos, prestigio y solidez defensiva. Con Rafita, el Hércules ha sumado 10 puntos de los últimos 12 y ha alcanzado un equilibrio que le ha catapultado a lo más alto de la clasificación. El ex jugador del Almería lo hace todo bien. Aporta en defensa y en ataque. Desde su presentación en el Amérigo, el Hércules solo ha encajado dos goles (uno a balón parado y otro por el lado de Peña) y Chema puede presumir de haber estado 300 minutos seguidos con la portería a cero. Y en ataque, dos asistencias de gol en los dos últimos partidos (una a Portillo y la de ayer a Chechu). Vamos que el chico es una joya.
La otra clave del liderato es el cambio de estilo de Pacheta. Obcecado en el trivote en mediocampo con Martins, Lázaro y Cuevas, el técnico se dio cuenta de que al equipo le faltaba fútbol y le sobraba un centrocampista. Reaccionó a tiempo y el resultado y las sensaciones han sido mucho mejores en las dos últimas semanas: triunfos ante el Sant Andreu y el Hospitalet con bastante claridad. Lázaro es mejor jugador por delante de los centrales y, aunque Adri Cuevas brilla menos, el Hércules tiene más balón y sufre menos.
Casi sin tiempo para festejar, el Hércules se encontró con un regalo del portero local Craviotto. Uno de esos goles que acaban en los principales telediarios a modo de anécdota como el tanto más tonto de la semana. Cesión sin aparentes complicaciones y exceso de confianza del meta, que vio como la pelota se le coló por debajo de la bota derecha, alojándose lentamente en su portería. 0-2 y partido muy encarrilado.
Si la semana pasada ante el Sant Andreu el fútbol del Hércules duró media hora, ayer duró cincuenta minutos. El equipo mejoró pero todavía está lejos de la constancia que exige un escudo como el blanquiazul en el pecho. Tras un falló grave de Casares, que pudo significar el 0-3, el Hospitalet se metió en el encuentro casi sin querer. David Haro rompió a Peña y, con un ajustado lanzamiento, sorprendió a Chema. El 1-2 metió dudas al equipo de Pacheta y, por momentos, el partido se convirtió en un fuego cruzado que no beneficiaba a los alicantinos.
Pero el técnico fue retocando el equipo. Con Fernando Rodríguez y Mikel Martins, mucho mejor que en semanas anteriores, el Hércules fue desactivando al Hospitalet, que ya no inquietó el arco herculano mucho más allá de algún balón bombeado al área. Chema estuvo seguro por alto y Rodríguez pudo acabar con la incertidumbre en los últimos minutos, pero no acertó en un mano a mano con el portero Craviotto.
Además, la mañana reservaba un premio que siempre anima: el liderato. Las derrotas de los tres primeros (Reus, Lleida y Espanyol B) dejaba al Hércules como líder del grupo III. Todavía queda mucho, pero el escenario tiene buena pinta. Tres partidos en casa de los próximos cuatro, amplio margen de mejora y un estilo definido. Qué siga la racha.